El camino a la sabiduría

Las primeras cartas del tarot no se originaron en Egipto, sino en Milán durante el Renacimiento. Este período fue caracterizado por la síntesis de diversas tradiciones culturales y espirituales. El tarot, aunque no es de origen egipcio, incorpora conceptos derivados del hermetismo, una escuela filosófica antigua. Los textos herméticos, escritos en los siglos II y III, combinaban mitología, filosofía, astrología y artes mágicas. Los griegos adoptaron la figura egipcia de Thot como Hermes después de la conquista de Egipto por Alejandro Magno en el año 334 a.C. El hermetismo buscaba resolver el dilema humano fundamental: cómo superar la muerte y alcanzar la inmortalidad mediante la liberación del alma inmortal atrapada en un cuerpo mortal. Este camino hacia la inmortalidad incluía meditación, rituales y prácticas espirituales y mágicas.